más que Cristo maldiciendo la higuera. /
Perdón por comparación tan loca; /
pero ¿cómo pensar que de una boca /
de auténtico poeta /
pueda provenir maldición alguna
a árbol dirigida? /
¡No es a la higuera a la que conmina a que se seque! /
Es a los corazones de usureros /
resecos de tomar, que nunca dieron... /
No es a la higuera. /
El pobre evangelista y las sotanas que han venido detrás, /
¿qué nos podrán contar recto /
de los versos fantásticos /
verbos de poetas? /
No es a la higuera, /
es al traductor al que conmina /
a que seque su tinta
antes de que consume sacrilegios
de poner deslucidos a los versos
de ponerlos desnaturalizados.
No es a la higuera.
Es el olmo seco de Machado
lo que Cristo hubiese querido guardar en su cartera,
lo que Cristo hubiese querido
que se nos dijera.
"Antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama....
Olmo viejo, hendido por el rayo
en su mitad podrido.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas."
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él....
Me recuerdan un sueño estos versos:
Como este olmo centenario, Dios estatua de piedra
soporta las idas y venidas de hombres-hormiga,
Dios olmo igualmente en su mitad podrido
como Machado dice ahí.