No puedo odiarte:
me niego a maldecirme.
La última palabra para amar es amor.
Mis voces crepusculares
me devuelven a mi sitio:
Este que es quererte
nada más necesito.
Mano,
sello de amor sobre mi frente
cuando todo haya concluido,
porque lo que él ha unido
no lo separa el odio.
Este es el único a pudrirse
perderse para siempre.
Porque sé que me amas....
cuando la niebla se disipe de tus ojos,
Dios que premia con amores
los resecos corazones.
Y abrirás los ojos a mi espíritu
como ahora yo lo hago con cada aurora
en el centro de ti.
¡Te brotarán paisajes!
Te nacerán escalofríos
Un perfume extrañísimo
a no se sabe qué
ni de dónde venido
Una onda finísima
que conecta ambos mundos
un camino de aire
sin aire ni camino.
La última palabra para amar es amor
Qué sabiduría cabalgando el crepúsculo
Es lo último a decirse
de ser lo único:
Últimos que siempre serán primeros.
Y abrirás los ojos a mi espíritu:
Verás a Dios.
La última palabra para amar es amor:
puso delante todo el vocabulario.
(Releyéndome y pasando aquí esta página de este libro, a este otro libro con su nombre en el que he convertido esta bitácora.... ¡Me parece tan Alejandra aquella voz en 1994 1995 en mi crepúsculo, ¡TODAS LAS VOCES EN MI CREPÚSCULO HAN SIDO ELLA, SIGUEN SIÉNDOLO!
La última palabra para amar es amor....
Antes debo redactarte todos los libros que te debo, me debo.
amor, la última palabra para amar,
antes están todas tus rosas
que dices ver,
¡Todo convertido en rosas
Amor mío!
Y era como entrar de su mano
en una casa de rosas.
Una casa de rosas
donde la última palabra para amar es amor)
