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Sobre todo en ese ayer de 1972 y por el milagro de la taquigrafía rescatados, por el milagro de yo apuntar entonces al despertar aquellos asombrosos parajes oníricos; en ese ayer 1972 y el mes de septiembre, días 23, 24, 25, ella muriéndose al otro lado del mundo y mi cerebro acogiéndola ya para siempre. ¿Sin ella saber?; sin yo saberlo desde luego. Aquel sueño del día 25 en el que el coche rojo de una hermosa mujer se para y ella no sabe dónde está y está ignorando que la persiguen pero así es y yo la tomo de la mano para sacarla del camino para alejarla de sus perseguidores. Y entonces es a las dos a los que nos acosan y aquel caballo mal situado en el cajón de salida, de culo a esa salida, en que las dos montamos y los torpes perseguidores que nos alcanzan y sobre nosotras se lanzan y yo con una mano solo, oh prodigio, los paro, los doblo y los arrojo como el guiñapo que son....
Esto hubiera debido sucedernos en la vida, a mí por ti, o a ti por mí defendidas, por este Amor esa fuerza que recibió en sueños tu alma agonizando al otro lado del Atlántico, 25 y septiembre 1972
Y cuento un sueño, pues están los que se mueren de haber soñado tanto y ninguno de sus sueños se realizó, y están los que no necesitan ni soñar para que todo se les realice. Eso que se llama estar en el mundo y todos le conocieron, todos a todos se conocieron; sólo no hicieron lo mismo con la piedra angular, esa lengua roca o luz lila o maravilla más que nadie de su mundo, pero éste no la reconoció, pues ¿qué hubiera usurpado de hacerlo? Esa lengua roca o luz lila o maravilla que hizo el mundo y el mundo no la reconoció.
Deseó Alejandra: Habitar en los sueños de otra persona, morirse para habitar en sus sueños.
¡Y por una vez le cumplieron uno!
Pena que tuvieran que matarla, y además de hambre o de miseria, para lo mismo. Para convertirla en la hermosa mujer del coche rojo (ella también soñó en París con uno, un auto grande, y recorrió España en otro, rojo: Sábado 14 de enero de 1961, por la mañana “Soñé con Octavio P. Yo tenía un automóvil muy grande y muy viejo y no sabía qué hacer con él, dónde dejarlo, adónde ir. Después, Octavio se queda con Towas (¿o era lunel?) Y yo me quedo sola con mi gran automóvil".) Y ya supiste qué hacer con él… O más bien él lo supo: Pararse. Era demasiado grande para estar en este mundo, demasiado rojo, demasiado ancestral: demasiado verdadero: demasiado de siempre como debió ser el alma. Grande. De antes de este mundo, si vieja. Y roja como la sangre que es su sinónimo.
Pero al fin te cumplieron el sueño: Morirte para habitar en los sueños de otro.
Y a mí ¿se me cumplirá, me cumplirán alguno, o sólo después de muerta como a ti?
Tendría que pensar en qué pudo una desear por sobre todo, desear por sobre todo y en toda hora. Y me recuerdo en etapas anteriores de mi vida, de ahora, y seguramente todas las que hayan de sucederse sean ya pocas, sólo deseando una cosa: encontrar el camino físico, fórmula aplicable, nada de teoría, aunque sí final, ENCONTAR EL CAMINO FÍSICO O DE LA FÍSICA PARA LITERALMENTE ACABAR CON EL MUNDO, CON ESTE MUNDO, CON ESTA FORMA DE PRESENTARSE EL MUNDO, PRÁCTICAMENTE ABRIR LAS PUERTAS AL MÁS ALLÁ, ENSANCHAR ESE PUNTO DE DENSIDAD INFINITA POR EL QUE TODO SE MUERE O VA, TAL QUE LOS AGUJEROS NEGROS, HASTA QUE TODO SE COLASE, NO YA SÓLO UN MUERTO, DOS, NO YA SÓLO UN SOL, DOS, DOS MILLONES, ENSANCHAR ESE FRACTAL QUE YO LLAMO KEPLERIANO HASTA DESDOBLARLO EN SU TODA REALIDAD GRAVITOMAGNÉTICA... Pero el Amor, siempre esa lejana-cercana Sombra, siempre deseándola, siempre dentro de mí con ella que es yo, y siempre ausente. ¿Qué pudo una, qué puede desear por sobre todo, cuando en vano habría Amor si no hubiese Justicia?, sin ésta, dos segundos de vida tiene aquél. No en vano acabaríamos con el mundo y ser esa la gran fórmula de la felicidad, del Amor por fin presente. No, no en vano, ¡si esa es su evolución o la cúspide de la misma: ACABARSE! Acabar con esta forma de presentarse el mundo, salir de este charco. Justicia por tanto, descanso, eso que desconocemos desde hace millones de años, tan largo el tiempo en el que se nos explotó, masacró.
Sueño de acabar con esta forma de presentarse el mundo... tal vez me lo cumpla el CERN… Y estaríamos todos muertos, como si no hubiésemos nacido. Como debió ser.
Publicado por Carmen López Iglesias en 02:46, sábado 21 de junio de 2008 Enlaces a esta entrada
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