Amorcito, ejercer una leve presión en el exacto lugar de Dios que tú eres, en tu Seer –-con dos ee, la de mi ser donada la tienes por anticipado, la de tu ser que quieres entregarme "donante fabulosa" y alguien algo lo impide, sea mi falta de Atención, sean mis muchas faltas en tantas prácticas sobre todo Alquimias, Amor sobre todo-- presionar sólo en ti cariñito: Carmen se entrega a esa parte de Dios en exclusiva, no quiere saber del resto más que por oídas de tu hermosa voz eternamente en mi oído, envainada, también, en su exacto sitio, el mullido lugar de Dios de todo mi yo siempre sediento de la entrega que significa esa leve presión.
Estas son las pequeñas cosas sr. Gala que son el Paraíso, Pizarnik sí supo verlas, y no los mocos del hijo, enseñarle a sonárselos del padre (Esa desafortunada idiotez dijo Antonio Gala dramaturgo, poeta, novelista, etc, español)
Es suficiente darse algo más, muy poco más, y entonces aparecen cosas donde siempre se creyó que no las había.
Y hasta ahí otra pequeña joyita que extraigo, pero no borro allí, en mi "Solo veo rosas" en ya.com del cual, y su mes de mayo de 2006, ya van extraídas otras dos, una para "Sexo del alma" y otra en "Solo veo rosas 2"
Pero hago una reflexión aquí de lo en 2006 dicho:
Mi leve presión sobre la parte de Dios que eres tú Alejandra, esa entrega fabulosa, tu Voz de Otro Mundo venida pero tan como cuando estuviste aquí, en mi oído, envainada en mi oído como la más fantástica penetración; pero desde luego... mis muchas faltas en tantas prácticas sobre todo Alquimias, Amor sobre todo. Bastaría que me olvidase un poco más del rencor, poner un poco más de mí en ese, si imposible perdón para los que no olvidamos las ofensas tan fácilmente, al menos fantástica desmemoria que quede de plano ocupada por esta vena de Amor por ti, este fantástico Hilo de tu lila color, Sutrattman, por la respiración.... Aunque tampoco creo que ese esfuerzo de Amor a la vida esta de aquí te devolviese, primera de todas las demás resurrecciones. Mas así vamos a traspasar esa puerta de luz, ayudados por la muerte o no: Y era como entrar de tu mano en una casa de Rosas
En esa preciosa casa estás tú y me esperas
por ello lo confiesas Solo ver rosas
