"El lenguaje humano es como una olla vieja sobre la cual marcamos toscos ritmos para que bailen los osos, mientras al mismo tiempo anhelamos producir una música que derrita las estrellas"
No estoy para florituras Flaubert, el mundo no está para ellas; pero como disculpa, transcribo aquí, a mis palabras que se perderían al margen de este libro sin alcanzar el estatus que la competencia del mundo macho estableció en el ambiente matemático, y resto del mundo, para el a demostrar famoso teorema de Fermat (farol que este señor debió tirarse en su tiempo, farol que acertó, como la casualidad suena la flauta, demostrándose su suposición acertada a finales del pasado siglo con matemáticas que él ni por ensueño vislumbró) :
Otro tallista de materias primas
"Anhelamos producir una música que derrita las estrellas"
No, los osos no bailan al ritmo de nuestras frases.
Hay un lenguaje más respetuoso... con los osos incluso,
o con ellos precisamente, decente aunque terrible mundo animal,
que cambiará hasta las estellas de curso
pues poder tendrá para derretirlas y volverlas a componer.
Frases habrá que sobrevivirán al Cosmos;
y he ahí la Biblia verdadera.
Mis palabras que aunque se pierdan ahora (no creo que el soporte donde las publico ahora por primera vez en mi larga vida, me haga llegar a parte alguna) sobrevivirán al Cosmos, parte serán de la BIBLIA VERDADERA, esa que escribieran las Pizarnik, los Flaubert, o las Carmen López Iglesias.
