La canción para el yacente
Todo el día llora por mí el invisible de siete rostros.
El inocente en su espacio de suplicios.
El nacido de su irse.
Toda la noche sueña en mí el yacente.
Violentamente inmóvil sonríe el bienamado.
Elegías a mi mal son sus fúnebres sueños.
No imagino en el Cosmos lugar habitable distinto a tu Voz.
Tu Belleza me ha inmovilizado con esa violencia
que sólo puede sonreír a un Dios que seas Tú.
Toda la Noche o todo el Día de la Eternidad
naceré así de mi morirme,
para tu bien y el mío espirada mi conciencia,
mi conciencia en tu conciencia espirada
(que no hablamos, no hablábamos de "inspiraciones", ¿verdad?)
naciendo de este espacio de suplicios
al sonreír bienamado, Alba sonrisa.
Ya no soñarás toda la noche yacente fúnebre,
ya no soñaremos... si es que nos dejaron.
¿Te dejaron ni siquiera los sueños oníricos
estos ladrones de conciencias en su pantanal pútrido
al que mundo llamaron y era lo inmundo,
lo no-mundo, lo irreal de las peores pesadillas?
Nacimos de nuestro irnos;
y fuimos tan invisibles, que ni siquiera un rostro,
¿de dónde siete, tan miserable como solitario número?
Ya soñará fuera de ti a la vez que dentro
la inocente vida,
nada de el inocente,
ese artículo, el,
no tuvo jamás nada de inocente.
lalalalala vida,
la pobrecita y masacrada.
Ninguna elegía para tu mal el mío
ya su fúnebre mundo,
¡Un canto épico!:
San-ya-os-llegó-la-HORA tramposos del mundo.
Canto lírico y épico que les anude la serpiente de las gargantas.
Para que no canten ellos: los funestos: los hacedores del silencio,
esas retorcidas escamas.
Viajen ellos a las profundidades, ya que... ¿dotados de agallas?
Lo dudo.
Pero a ver si allí les sirve su traje de buzo tejido con frías y lábiles escamas.
¿Se escaman? ¿Se coscarán éstos que va por ellos?
No. Sólo se escamotean:
Ese fue siempre su principio.
Huir de todos los malos tragos para que les plantasen cara otros.
